En 1996, mientras estudiaba en la Universidad de Cal Poly, Californa, el argentino Alex Pryor conoció a David Karr, un californiano con el que compartía una misma visión del mundo y de los negocios. El mate les hizo amigos y también les cambiaría la vida.
Ambos jóvenes decidieron embarcarse en la aventura de crear una empresa que comercializara en Estados Unidos una bebida de mate, saludable y energética y, de paso, asumir el desafío de restaurar 200.000 acres de Selva Atlántica.
Así nació Guayakí, una compañía que dio sus primeros pasos como un proyecto universitario y que ahora cuenta con operaciones en Argentina, Brasil y Paraguay, apuntando a crear más de 1.000 empleos en 2020 bajo un modelo de negocio que han denominado “restauración orientada por el mercado”, es decir, alcanzar la sostenibilidad económica, ambiental y social mediante el consumo responsable.
Por eso, Guayakí trabaja con pequeños y medianos productores y con una comunidad indígena para producir mate de la Mata Atlántica. De este modo, y por amor a esta hierba, los consumidores se convierten en la fuerza que orienta al Mercado a la conservación y al desarrollo de las comunidades pagando un precio de comercio justo. Por eso, y por muchas otras razones, el mate de Guayakí es un mate con sentido.
No te pierdas, cómo lo siente y lo explica Alex Pryor.
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