Siete razones por las que dejarás el capuccino por el té matcha

Vamos a hablar de té y os va a interesar, aunque sea convicción generalizada que estemos en un país cafetero. De hecho se nos dirá que la palabra café está presente en nuestro idioma desde principios del siglo XVIII y que nos llegó desde Italia. Por eso muchos piensan que quizás España sea, después del país transalpino, el más cafetero de Europa, pero ¡eso es un error! Preguntádselo a los fineses. Sin embargo, no cabe duda de que no somos ingleses: no servimos el té rojo de las cinco y sí un café en la sobremesa. Pero hay un té de otro color, el verde, un té que está de moda, y no, amigos, no me estoy confundiendo y hablando de los archiconocidos batidos verdes, sino del té matcha. Y entra en lo posible que dentro de poco este té, el té verde, el té matcha, desbanque hasta a ese capuccino que te espera todas las mañanas en tu cafetería preferida mientras te entretienes con la prensa. Nunca hay demasiado té.

Pero, ¿qué es el té matcha? Es una variedad de té verde de calidad superior, que se hace triturando las hojas del mismo hasta convertirlas en un polvo finísimo de un color tan verde como vivo y estoy por llamarlo el té de san Patricio, porque se diría, si no supiéramos que prefieren otra bebida, que es un té irlandés. Como buena parte de las bebidas importantes en Japón, la forma de hacer el té matcha está muy ritualizada, porque las cosas importantes en la vida requieren tiempo y paciencia. Y si una de las propiedades básica de nuestro té es su capacidad para relajarnos, el ritual también contribuirá a conseguirlo. Aquí, por ejemplo, podéis seguir todos los pasos, porque, como os digo, estas son la siete razones por las que os engancharéis a esta deliciosa y desconocida bebida:

1. El color verde esperanza, verde esmeralda te hipnotizará. No serás el primero, si buscáis en Instagram el hashtag #matcha, os daréis cuenta de hasta dónde llega esta fiebre verde (más de un millón de referencias avalan lo que digo)

2. Es el nuevo superalimento: adelgaza, es antioxidante y relaja. No es el timo del año, al parecer, el té matcha tiene propiedades termogénicas, es decir, promueve la oxidación de las grasas y activa el consumo de energía. Además está lleno de vitaminas (b2, C, E, K), fibra, minerales y clorofila (no para que tú también te pongas verde, si no, para purificar tu sangre). Y favorece la concentración por su contenido en L-teanina, un aminoácido que nos ayuda a relajarnos. Incluso se dice que posee propiedades anticancerígenas.

3. Una gran calidad de vida y en buena parte, se dice, tal saludable longevidad se debe al té matcha. Aunque también lo puedes comprobar un poco más cerca.

4. Concentración. El té matcha, al ser el producto del contenido total de la hoja de la planta, aprovecha todas las propiedades de ésta, de manera que una taza de té matcha equivale, en cuanto a propiedades antioxidantes y valor nutritivo, a diez tazas de té verde.

5. Está tirado de hacer. Sobre todo porque, como te he contado, es un polvo muy fino que se disuelve con facilidad. Pero si quieres tirarte el pego con tus amigos puedes comprar la cuchara para medir y el batidor de bambú con el que parecerás todo un experto. Como te decía, aquí tienes todas las instrucciones.

6. Puedes adaptarlo a tus gustos. Con agua hirviendo, con leche de vaca o cualquiera de las vegetales (avena, soja, arroz… sería entonces un matcha latte) incluso con hielo, y como smothie. El té matcha está bueno con todo.

7. Puedes cocinar con él. Hay mil postres, sopas y batidos que devorarás al instante por el sabor suave de este alimento. Macaron con matcha, bizcochos, cakes, trufas, brownies e incluso bocadillos.

No sé a qué estáis esperando para probarlo. Pero sabemos que quedaréis rendidos ante él.