7 bodegas para hacer enoturismo

El enoturismo está en alza. Cada vez son más las bodegas de todos los tamaños que abren sus puertas para que los visitantes conozcan sus instalaciones y su filosofía de tal modo que en la actualidad cualquier aficionado al vino podría atravesar la Península Ibérica de bodega en bodega, conociendo proyectos de escala familiar y otros de dimensiones mucho mayores, profundizando en las diferencias de elaboración de vino entre regiones, explorando los diferentes pagos, los microclimas, los oficios ancestrales y la aportación de las nuevas tecnologías.

Cualquier época es buena para acercarse a una bodega y empaparse de cultura del vino pero es ahora, en otoño, una vez acabada la vendimia, cuando la mayoría muestran su cara más auténtica y cuando el olor del mosto fermentando invade las naves y los pasillos. Un momento perfecto para acercarse a cualquiera de estas siete bodegas distribuidas por todo el territorio estatal, de norte a sur:

Beronia (Ollaurri, La Rioja)

A estas alturas del año el campo de La Rioja Alta es una auténtica explosión de colores que pasa por todos los tonos imaginables de verde, amarillo, dorado, ocre, granate y rojizo. Cada finca, en función de su orientación, de su antigüedad o de la variedad de viña plantada en ella tiene una tonalidad absolutamente distinta a las contiguas y en el medio, aquí y allá, se levantan los edificios de las bodegas. Beronia no es el más grande ni el más antiguo, pero tiene una escala realmente cómoda para la visita y oculta, en su subsuelo, una sala de barricas que es una auténtica preciosidad.

González Byass (Jerez)

Si hubiera que decidirse por una bodega mítica en España González Byass tendría muchas papeletas para ser la elegida por su historia, por su gama de vinos, por su ubicación en el corazón de Jerez o por su arquitectura monumental. Un paseo entre botas firmadas por Picasso o por miembros de la realeza y una visita a espacios icónicos de la cultura del vino de Jerez hacen olvidar que en determinados momentos del año la visita puede masificarse. Pero ahora, finalizando el otoño, el clima ya más fresco y una mayor tranquilidad hacen de la visita algo memorable.

Casal de Armán (Ribadavia, Ourense)

Y de la gran escala al otro extremo del espectro. Un antiguo casal (una casa de labranza) ourensano convertido hoy en una pequeña bodega y en un acogedor hotel rural asomado desde la ladera a la comarca vinícola de O Ribeiro. Dormir entre viñedo, asomarse por la mañana al valle de Ribadavia desde la ventana de la habitación, comer en el recogido restaurante de la bodega, acompañando los platos con sus vinos. Pocas formas mejores hay de sumergirse plenamente en la cultura del vino de un territorio.

Arínzano (Arínzano, Navarra)

Arquitectura, monumentalidad y vino. Una suma que no falla. Aquí, en Arínzano, a un paso de Estella, un conjunto monumental histórico nacido en el S. XVI, rodeado de 300 hectáreas de viñedo y rehabilitado por Rafael Moneo es el lugar en el que nacen, rodeados por un paisaje espectacular, algunos vinos mágicos como el Arínzano la Casona.

López de Heredia – Viña Tondonia (Haro, La Rioja)

Imposible hacer turismo enológico en España y no pasar por Haro. Y una vez allí no es fácil elegir con qué bodega quedarse. Pero Viña Tondonia es, además, de la más antigua de la ciudad una de las que cuentan con unas instalaciones arquitectónicamente más llamativas. Aunque si lo que quieres es conocer el vino sobre el terreno, los sábados por la mañana organizan visitas guiadas a su famosa Viña Tondonia.

Algueira (Sober, Lugo)

De nuevo volvemos a la pequeña escala y lo hacemos de la mano de uno de los proyectos más interesantes de la Ribeira Sacra, un lugar definido por lo que los expertos conocen con “vinicultura heróica”. Las laderas que caen hacia el río Sil pueden tener una pendiente de hasta el 70% y es en ellas donde tradicionalmente se han cultivado las variedades autóctonas en bancales. Los resultados pueden probarse en la pequeña sede de la bodega, donde su Algueira Pizarra puede ser un introductor perfecto a las peculiaridades de los vinos de la zona.

Aroa (Zurukoain, Navarra)

El valle de Yerri, en el norte navarro, parece transportado hasta allí directamente desde la Toscana. La tranquilidad es la que manda en un paisaje dominado por campos de cereal y por manchas verdes aquí y allá por donde pasa el río. Desde lo alto, el sorprendente edificio diseñado por el estudio Resano Soler controla el valle y se convierte en un centro de cultura enológica centrada en la producción biológica y en la biodinámica.

Visitar una bodega siempre es un placer, en cualquier época del año, pero es especialmente recomendable visitar las bodegas en otoño, durante o después de la época de vendimia. La vendimia es un proceso muy importante en la elaboración del vino, y estas 7 bodegas para hacer enoturismo forman un recorrido único para entender la esencia del vino.


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