¿Adivinas quién dijo esta frase? “Si tiene cuatro patas y no es una silla, tiene alas y no es un avión, o nada pero no es un submarino, los cantoneses se lo comerán”. Felipe de Edimburgo, el eterno marido de la actual y también eterna reina de Inglaterra. Cierto, pero no son los chinos los únicos que se zampan cualquier cosa. De hecho, (casi) todo es comestible en algún sitio. Hablamos de insectos comestibles.
¿Un ejemplo? Los insectos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 2.000 millones de personas comen más de 1.900 especies en el mundo, una gran fuente de proteínas, grasas (en su estado larvario), vitaminas y sales minerales que muchos nos estamos perdiendo.
Los bichos más consumidos son los escarabajos (31%), seguidos por orugas (18%), abejas, avispas y hormigas (14%). ¿Y alimentan? Cantidad. 100 gramos de saltamontes pequeños contienen 20,6 gramos de proteínas, frente a los 27,4 de la misma cantidad de buey. 100 gramos de hormiga culona (se tuesta y se sirve como aperitivo en Colombia) contienen 404 calorías, y la carne de avispas y abejas tiene hasta un 77% de proteínas.
Si te va más la grasilla, puedes empacharte de termitas de Costa de Marfil (100 gramos / 505 calorías), pero si no superas tu asco, quizá deberías considerar las medusas, otra de las últimas recomendaciones de la FAO: 100 gramitos de su carne desecada y salada tienen 36 kilocalorías, 5,5 gramos de proteínas y solo 1,4 de grasas. ¡Buen provecho!
Los compañeros de The Guardian ha elaborado esta excelente infografía donde podrás ver qué insectos se comen y por qué:
Al preparar este artículo se nos ha hecho la boca agua con:
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