¿Cuánto cuesta el pan más caro del mundo? ¿Dónde se elabora? Y ¿Por qué es el pan más caro del mundo?
Juan Manuel Moreno nos abre la panadería Pan Piña (situada en la localidad de Algatocín, en Málaga) para hablarnos de su famoso Pan de Oro, el más caro del mundo. “Conocí a un proveedor de la zona que comercializaba el café más caro del mundo, y yo me dije que por qué no hacíamos nosotros, desde nuestra panadería, el pan más caro”, nos cuenta sobre el origen de este peculiar producto, quien comenta que “dándole vueltas a cómo podríamos hacer el pan más caro, mi mujer Manuela y yo pensamos que el oro sería la mejor manera de complementarlo”.
Y, efectivamente, pan a base de harina de maíz no transgénica, pipas de girasol de la mejor calidad, y polvo de oro en su interior, y también en el exterior, donde a modo de decoración se incluyen copos de oro. Una delicia dorada, vaya. En total, 250 miligramos de oro de un pan que no deja a nadie indiferente.
Juan Manuel cuenta que comenzó a producirlo a principios de diciembre de 2014 y ya ha vendido más de una docena de este tipo de pan, “sobre todo a personas de nacionalidad rusa, con alto poder adquisitivo que viven en la Costa de Sol, y que, coincidiendo con las fechas de pascua, me pidieron varias unidades”. Otros encargos han llegado de Madrid o de Alhaurín de la Torre (Málaga), “éste último fue una adquisición de un jubilado, así que no todos los que compran pan de oro son personas de clase alta”, indica Moreno. Pedidos que coincidían con las fechas navideñas. El producto gourmet para estas fiestas.
Cada pan de oro cuesta 117 euros, y pesa 400 gramos. Comenzó a producirse exclusivamente bajo pedido siguiendo el mismo procedimiento artesanal que el resto de panes elaborados en este establecimiento, con fermentación natural y cocido en horno de leña. Hoy en día, en apenas tres meses ya han establecido un acuerdo de colaboración y este pan de oro puede solicitarse en cualquiera de los supermercados Eroski, siendo dispensado en las siguientes 24 horas a nivel nacional.
Y es que lo de esta panadería es el ejemplo de la mezcla perfecta entre tradición e innovación. Abierta como Panadería Piña desde el año 1940, ha sido regentada por tres generaciones. “Comenzaron los abuelos de mi mujer, después sus hijas y en 2007 mi mujer, y yo la reformamos bajo el nombre de Panadería Pan Piña, aunque seguimos con la misma línea de trabajo de nuestro antepasados. Hoy somos ya 6 personas trabajando en ella, hemos conseguido ampliar el negocio y es un orgullo saber que ya es la tercera generación”, comenta Juan Manuel. Tanto es así que hoy comercializan 56 especialidades de pan: pan de maíz, de centeno, de espelta con miel, o yogur, o caramelo… Un negocio de toda la vida que ha sabido adaptar un proceso tradicional con la vanguardia culinaria actual para promover nuevos productos.
¿Su última innovación? “El pan de quinoa, el cereal más completo, y de chía. Esta será nuestra especialidad número 57 y la presentaremos en breves”, recalca Moreno. Y a ello se suma una amplia variedad de dulces artesanos, pequeños placeres que nos recuerdan que cuando se trata de productos con ingredientes naturales y a base de un proceso artesanal, todo sabe mejor. Sobre todo si te cuesta un centenar de euros.
Al preparar este artículo se nos ha hecho la boca agua con:
35 Comentarios