110 metros. Esa es la longitud que forma ya parte del Libro Guinness de Los Récords por el récord gastronómico que acaba celebrarse en Córdoba. 110 metros de flamenquín, el flamenquín más grande del mundo. El Flamenking.
La Asociación Provincial de Carniceros, Carnicor, se propuso el reto. Y lo consiguió la semana pasada. Superando, ademas, expectativas. Porque si bien el pasado año esta aventura gastronómica se quedó en los 51 metros de longitud, para esta edición el objetivo estaba marcado en los 105 metros. Más que superado. Para ello, un notario se acercó para certificar la longitud y dar visto bueno así a este Récord Guiness.
¿Cómo lo han conseguido? Como todo, el secreto está en la masa. En este caso, en la calidad de la materia prima: “El secreto es usar buena materia prima: cinta de lomo, jamón serrano, huevo y pan rallado”, comenta Marina Molero, la creadora del flamenquín más grande la historia, que recalca que “el flamen-king mide lo mismo que el campo del Córboda portería a portería”, para que nos hagamos una idea. En total, más de 100 kilos de cinta de lomo, 30 kilos de jamón serrano, 35 litros de huevo y 40 kilos de pan rallado. Ingredientes protagonistas de una jornada en la que miles de cordobeses se acercaron a la Plaza de las Tendillas para ver el proceso de elaboración de este plato típico cordobés que ya ha traspasado fronteras. Una jornada gastronómica que, además, sirvió no sólo para promocionar la gastronomía cordobesa, sino que además benefició a los pequeños comercios y restaurantes de la zona donde se celebró el récord.
Y tras las tres horas de elaboración, la satisfacción plena del trabajo bien hecho. Porque, aunque se trató de un récord,no se dejó de lado la receta tradicional y artesanal, y por ello se siguió el proceso casero, el de toda la vida. Hasta 10.000 personas, tanto turistas como cordobeses, se acercaron para degustar este mega flamenquín, gracias a la ayuda de un equipo de más de 25 personas que ayudaron a repartir los 110 metros de tradición gastronómica.
Una receta tradicional
Una de las premisas para elaborar unos buenos flamenquines es conseguir filetes cortados finitos, de cara a que tras el posterior relleno no queden muy gruesos. Estos filetes los salpimentamos al gusto y colocamos, sobre uno de los extremos, una loncha de jamón. Y de ahí, a enrollar para formar con el filete y el jamon una especie de rulo. Una vez conseguidos estos rulos, quedan rebozarlo con harina primero, y luego con huevo batido, para pasar finalmente al pan rallado para su completo rebozado. Y a la sartén para freír. Objetivo: flamenquines dorados y con la carne bien jugosa. Para acompañar, y presentar en la mesa un plato bien completo, las posibilidad se multiplican: patatas fritas, o asadas, ensaladas, un salmorejo, o quizá alguna salsa, tipo mayonesa, o chili chipotle o mostaza…
Pero ¡Ey! Este récord sólo fue un abrir de boca de una semana gastronómica dedicada a este producto tradicional cordobés. Tenéis hasta mañana para acercaros a alguno de los establecimientos cordobeses que participan en esta fiesta de la gastronomía, donde podréis disfrutar de tapas basadas en la receta tradicional, una variedad de tapas de entre las que se elegirá el Mejor Flamenquín de Córdoba. ¿Cuál será?
Al preparar este artículo se nos ha hecho la boca agua con:
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