El ritual de la tapa del domingo

Cerveza y callos en una taberna de Negreira

Hay algunas zonas de España en las que, con tu consumición en un bar o en una cafetería, te sirven una tapa de cortesía. Algo más allá de un puñado de altramuces o unos cacahuetes, quiero decir. Granada es, seguramente, el más conocido de estos destinos. Pero Galicia no se queda atrás, especialmente en Santiago o en Lugo, ciudades donde la tapa de cortesía es esperada por el cliente, su ausencia es motivo de ofensa o te hace sentir como un foráneo en una trampa para guiris y donde esta modalidad alcanza en ocasiones la categoría de arte. Por no decir que alcanza la de una comida completa.

Parece ser que la cosa nació en Santiago de Compostela, en pleno corazón del casco histórico, allá por los años 20 del pasado siglo, cuando el bar Carballeira, que aún sigue allí, en los soportales de la Rúa do Vilar, comenzó a ofrecer a sus clientes una prueba de su plato del día junto con el vino. El éxito de la fórmula, pionera por esta parte del mundo, fue tal que no tardó en extenderse a otros locales de la ciudad y de ahí a la mayor parte de Galicia.

COSTUMBRE EXTENDIDA
Tanto es así, que muchos gallegos (los compostelanos desde luego) elegimos dónde tomar nuestra cervecita dominical en función de la tapa que sirva el local en cuestión. Porque si las tapas de cortesía se ofrecen toda la semana, a veces, incluso, en variante dulce junto al café, el domingo suele haber más variedad. Es algo que aprendemos desde pequeños. Yo recuerdo la ensaladilla del Royal, los mini sándwiches mixtos del King York o las patatas del Miami, locales desaparecidos hace décadas. Pero en la tradición oral de la familia se conserva el recuerdo de otros bares como el Suizo o el Avenida, cuyas puertas cerraron mucho antes de que yo naciera.

La costumbre, como decía, se extendió desde Santiago a distintas zonas, así que uno sabe a qué atenerse en función de por qué parte del territorio se mueva. En la costa, por ejemplo, hay bastantes posibilidades de que la tapa sea un producto marinero. Aunque el concepto es muy amplio y puede ir desde un trocito de empanada de atún o de pulpo a una cunca llena de percebes, camarones o, incluso, medio buey de mar, como me ocurrió no hace mucho en la Ría de Arousa.

En Lugo lo normal es que se ofrezca una tapa fría y, a continuación, otra de cocina. Hacia Ourense abundan los embutidos, muchas veces caseros, y otros derivados del cerdo como los rixóns. En Santiago, los jueves, es fácil que lo que te ofrezcan sean callos, plato que también es el rey de muchos locales durante el domingo. Y es verdad que hay muchos sitios con una oferta normalita que no hace que quieras repetir, pero todos tenemos nuestra selección de clásicos que no fallan, lugares a los que volvemos una y otra vez. Puede que no siempre sean los más bonitos o los más acogedores, pero sus tapas hacen que la visita merezca la pena. Podríamos estar horas enumerando locales y sus especialidades aunque, para no alargar la cosa en exceso, aquí quedan algunos de mis favoritos. Si conocéis a algún gallego seguro que estará más que contento de completarla con los suyos:

Una tapa de percebes en la Ría de Arousa

Una tapa de percebes en la Ría de Arousa

San Clemente (Santiago de Compostela)
La consumición es unos céntimos más cara que en otras cafeterías, pero viene acompañada de al menos tres tapas frías y una a elegir entre las propuestas calientes del día. Y ahí caben desde guisos de calamares, fabadas, arroces de marisco o unos callos a una cazuelita de hígado encebollado.

Caña y montadito de jamón en Santiago

Caña y montadito de jamón en Santiago

Casa Pepe (Santiago de Compostela)
La oferta del local es sencilla y se basa en vinos y tostas. Con la consumición se ofrecen siempre montaditos de los embutidos que tengan en carta y cuñas de queso. Sencillo pero infalible.

Buey de mar en TresCatorce

Buey de mar en TresCatorce

TresCatorce (Boiro, A Coruña)
La verdad es que el local que me gustaría recomendar es el Rodas, un mítico de esta zona de la costa, pero dado que abre sólo en julio y agosto opto por su negocio gemelo, el bar que la misma familia regente durante todo el año frente al mercado municipal. Los jueves y los domingos son allí los días grandes. Eso quiere decir que puedes encontrarte desde unos piquillos rellenos a unos camarones, un poco de lamprea guisada o medio buey de mar. Casi nada.

Tapa de empanada

Tapa de empanada

Las Cinco Vigas (Lugo)
Una de las tabernas más populares del eje Rúa da Cruz / Praza do Campo, el centro neurálgico del tapeo lucense. Barra clásica, con el ambiente de hace décadas y sin concesiones al turisteo. Es célebre su tortilla de patatas, pero cualquiera de las cazuelitas con el guiso del día que suelen ofrecer está a la altura.

Las almejas son un clásico de algunas tabernas de las Rías Baixas

Las almejas son un clásico de algunas tabernas de las Rías Baixas

Mesón do Campo (Vilalba, Lugo)
En la parte alta está uno de los restaurantes más conocidos de la provincia (su bacalao en cataplana merece una visita, aunque se salga del tema de este texto), pero en la taberna que hay en el bajo suelen acompañar la consumición con embutidos de la zona, queso de la D.O. San Simón da Costa o cualquier cosa que en esos momentos salga de la cocina.

Cerveza y callos en una taberna de Negreira

Cerveza y callos en una taberna de Negreira

Taberna Vikinga (Catoira)
Una taberna tradicional reconvertida en restaurante sin perder su esencia. En verano lo mejor es tratar de conseguir sitio en las mesas de piedra bajo la parra. Sea la época que sea, el vino o la cerveza vendrán acompañados seguramente de un trozo de empanada y, a continuación, unos fideos con berberechos, un guiso pescado o un poco de zorza (lomo de cerdo adobado) con patatas fritas.

O Padriño (Bastavales, Brión, A Coruña)
No queda de paso hacia casi ningún sitio, pero al Padriño se va por sus callos. Los domingos son la tapa de cortesía, aunque podríamos decir que son una perfecta estrategia de marketing, ya que si te quedas con ganas de más, cosa que pasa con bastante frecuencia, siempre puedes pasar al comedor y pedirte un buen plato.

O Mexillón (Carballo, A Coruña)

El nombre lo dice todo sobre la tapa de cortesía clásica de esta taberna, una de las veteranas de la localidad. Hay que decir, sin embargo, que las lentejas que ofrecen algunos domingos tampoco están nada mal.

Photo: Jorge Guitián


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