Volaores

¿Qué es eso? ¿Un pájaro? ¿Un avión? No, es un pez, un pez volador. Desde finales de julio hasta principios de septiembre pasan miles de peces voladores por la Costa del Sol, que pueden llegar a alcanzar hasta 30 metros con su saltos gracias a unas pequeñas aletas voladoras.

El pez/pájaro se captura con unas redes especiales llamadas “volaeras” en la que queda atrapado por la mandíbula y las agallas para posteriormente ser llevados a tierra y ahí comienza el proceso de secado al sol para obtener una rica mojama. Una técnica artesanal y manual que aprovechan los pescadores para obtener unos ingresos estivales.

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La técnica de secado y salazón (primero se pasan por sal para después ser enjuagados en agua dulce, dispuestos al sol en una especie de “tendedero”) se remonta a la época romana en tierras de Hispania. Los lugares más conocidos pertenecían a la costa sur y este: Onuba, Gades, Baessipo, Baelo, Carteia, Malaca, Sexi y Cartago Nova. Era un recurso fundamental para la economía de la Bética.

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Actualmente, la pesca, preparación y secado del pez volador para convertirlo en mojama, constituye una tradición marinera propia del municipio de Estepona, una tradición muy importante para la historia y la economía de este rincón de Andalucía. Al parecer hay otros lugares en la Costa del Sol y másal sur que también aprovechan el paso de estos voladores, como Manilva, Ceuta o Tarifa.

En septiembre, cuando agoniza el verano, empiezan a desaparecer los “volaores” para dejar paso a las melvas. El patrón pescador decide cuando se cambian las redes de “volaroas” a melveras y de ahí al próximo verano. No os lo perdáis.

Photo: Ernestina Causse


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