Octubre es indudablemente el mes de las setas. Las primeras lluvias, el otoño, el frío que refresca pero que aún no hiela. Las ganas de salir al campo a pasar el fin de semana. Y cómo no, buscar entre las hierbas lo que, cuando éramos niños, nos contaban que eran las casitas de los gnomos. Porque, a veces, se disfruta casi más recogiendo setas que comiéndolas.
Pero no se nos olvida que Comida´s Magazine está lleno de ‘foodies’ adictos a todo lo que se pueda comer. Por eso aquí traemos una de boletus, amanitas, níscalos, trompetas de los muertos y cucurriles.
Revuelto de setas variadas, boletus a la plancha y chantarela con huevo
“La seta hay que comerla fresca, porque después de 3 o 4 días de recogerla pierde su aroma”. Habla un especialista en setas, Julián Pulido, dueño de Cisne Azul, un bar de las entrañas madrileñas que se ha hecho un hueco especial entre quienes quieren disfrutar de estos hongos comestibles en cualquier momento del año.
Boletus
Porque, aunque octubre es el mes, lo cierto es que durante los doces meses se pueden recoger setas frescas: cuando no es en Cáceres, están disponibles en Portugal, y si no en Andalucía o La Sierra de Gredos.
La seta es un plato muy simple de cocinar y a la que casi todo le sienta bien. Parece que su amigo predilecto es el huevo, porque combinan a la perfección: amanitas salteadas con un huevo frito, revuelto de setas variadas, chantarela con huevo…
Amanitas con huevo frito
A la plancha es también una buen opción de disfrutarlas, porque una pizca de sal y un buen chorrito de aceite de oliva es lo único necesario para apreciar el jugoso sabor de la macrolepiota, también conocida como parasol, galipierno o cucurril, según el lugar en que nos encontremos. Y si se buscan platos más elaborados, dos buenas ideas son boletus con foie y níscalo con mollejas de cordero.
Macrolepiota a la plancha
Y es que las setas son un alimento, además de rico-rico, sano-sano, apto para diabéticos, celíacos, preocupados por el colesterol, y hasta para los que quieren perder peso, pues las setas es de los pocos alimentos que nunca faltan en una dieta equilibrada y baja en grasas.
“Eso sí, tiene que estar bien cocinada, si no puede ser indigesta”, advierte Julián. Y hasta algo más que indigestas si no se tiene cuidado ni se toman las precauciones necesarias: nunca comer una seta que se coge del campo sin tener conocimiento de ella.
Las dos hermanas amanitas son los extremos de lo que una seta puede ser. La amanita cesárea está considerada como “la reina de las setas” y una especialidad con la que dejar boquiabiertos a nuestros invitados es con un carpaccio de amanitas, donde el hongo preciado se sirve en crudo.
Amanitas
En el otro lado, el lado del mal, la hermana amanita phalloides es una seta venenosa que se puede confundir fácilmente con otras comestibles, ya que carece de colores llamativos. Entre sus víctimas mortales se encuentran personajes de la historia como el emperador Claudio y el Archiduque Carlos de Austria.
Así que mejor no arriesgarse, y a disfrutar del día de campo otoñal antes de que llegue el crudo frío del invierno, porque para quien disfrute llevándose al paladar estos hongos comestibles, octubre es, sin duda, el mes de las setas.
Si lo tuyo son las setas, ¡ya tienes plan!…
Al preparar este artículo se nos ha hecho la boca agua con:
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