Soy madrileño, y a mucha honra porque nací allí y porque amo la capital, pero cuando llegué a Málaga, hace ya 25 años de aquello, una de las cosas que más me sorprendió cuando pisé “territorio boquerón” fue el nombre que en esta bendita tierra se le pone al café.
Nada de cortados, con leche, cortos de café, cortos de leche, etc… Yo, que he presumido de ser cafetero (ahora un poco menos, por aquello de tener la tensión un poco alta) pensaba que controlaba las denominaciones de los cafeses de mi tierra (insisto, los madriles). Nada más lejos de la realidad.
Imaginaos la escena. Al día siguiente de llegar a Málaga me meto en un café en el centro de Málaga y sucede lo siguiente:
-Hola, buenos días ¿me pones, por favor, uno con leche pero con muy poco café?, digo mientras me acomodo en una banqueta de la barra.
– Buenos días –me contesta muy amable el camarero- ¿un sombrita o una nube?
-¿cómo?
-Jaja. Se nota que usted no es de Málaga. Aquí es que somos muy particulares con los cafés y los llamamos muy raro. Al café con leche con más leche que café le llamamos o sombra o nube. Ya se acostumbrará.
-Anda coño, qué curioso –digo- ¿y al café con leche?
-Mitad. A ese le llamamos mitad.
-Qué bonito –le comento mientras saco mi libreta de las ruedas de prensa (ahora todo cristo va con las tablets y los microordenadores).
-Si me permites voy a apuntar para que no se me olvide. Es que tengo previsto pasar una temporadita en Málaga.
– No se preocupe, lo que tiene que hacer es venir todos los días al Café Central, que es donde está usted ahora, y mirar ese mosaico que hay en la pared con todos los nombres de los cafés que aquí servimos. Así no tendrá ningún problema.
Y juro por lo más sagrado que aquella lección magistral de nombres cafeteros malagueños no se me olvidó nunca.
CLASIFICACIÓN CAFETERA
Aquel camarero me dijo que hacía ya más de 60 años que José Prado, propietario del Café Central, situado en la Plaza de la Constitución, ideó este peculiar sistema para nombrar a los cafés. Desde entonces en Málaga no basta con decir un café con poca o mucha leche, como yo hice. Hay que especificar aún más y utilizar alguna de estos calificativos: solo, largo, semilargo, solo corto, mitad, semicorto, corto, sombra, nube, leche manchada y no me lo ponga (que se pide cuando a uno directamente no le apetece tomar café).Si se aplica la lógica y ciertas dosis de imaginación puede resultar posible averiguar a qué se corresponde cada uno de ellos, aunque las dudas pueden surgir. Pero es sencillo. La leche manchada es un vaso de leche con una gota (literal, una gota) de café; la nube es realmente un vaso de leche con un poquito de café, para aquellos que gustan darle sólo sabor. En el sombra la cantidad de café aumenta un poco, más o menos un dedo, como se suele decir comúnmente, mientras que en el corto el café se queda a un poco menos de la mitad del recipiente.
Si todo va bien hasta aquí, continuamos con el mitad que, como su propio nombre indica, se compone de la mitad de café y la mitad de leche. En el largo la proporción del café aumenta un poco y, finalmente el solo se caracteriza por la ausencia total de la leche. El semicorto y el semilargo están en desuso aunque hay algunos mijitas que lo piden para dar por saco a camareros novatos.
Ah! dos cosas antes de finalizar. Una: esta clasificación cafetera es exclusiva de Málaga Capital. No aplicar nunca en lugares como Torremolinos o Nerja. Dos: todavía me acuerdo del careto que me puso un camarero madrileño del barrio de Delicias (mi barrio) cuando, llevado por la fuerza de la costumbre, le pedí un sombrita con unos churros.
Fotos: Julián Nieto
28 Comentarios