Hace ya algunos años que empezó a colarse en nuestras casas a través de la pequeña pantalla con el fin de enseñarnos a través de una ironía afiladísima algo tan solemne como el protocolo: desde el cómo vestir una mesa, a cómo vestirnos nosotros mismos. Por eso, para Nacho Montes, desde una cocina no solamente debe salir arte, sino que también moda.
El rostro de Mediaset para las buenas maneras y el ‘savoir-faire’ es hoy un hombre curtido en tal infinidad de horas en antena como también de formatos televisivos, magacines, debates e incluso realities, una dedicación trepidante que no le ha impedido saltar al mundo editorial, primero con la no ficción de «Nada que ponerte» y más recientemente con su divertida novela «Zapatos rojos para saltar los charcos».
Esteta hasta el paroxismo, optimista confeso y defensor del concepto de lujo no tanto como símbolo de poder u ostentación, sino como búsqueda de la belleza última de las cosas, asegura que la pieza fundamental de su dieta arranca en paralelo con su jornada, algo de lo que dan buena cuenta las imágenes de los espléndidos desayunos que, desde su residencia en plena sierra madrileña, pueblan su popular cuenta en Instagram.
Como buen autodidacta surgido de la constante observación, en los fogones Nacho demuestra ser un cocinero que no teme improvisar. Fiel reflejo de sus dotes de anfitrión, no sólo disfruta embelesando a sus comensales con lo cocinado, sino que aguarda e invita a que se queden para regalarse junto a ellos una larga sobremesa.
¿Cuando cocinas acostumbras a hacerlo tú solo o acompañado?
Me encanta cocinar para mis amigos, yo en el fuego, ellos observando. Si es una cita, ya ni te cuento.
¿Cuál es la receta de la que estás mas orgulloso y cuál es la que aún se te resiste?
Se me dan bien los platos de cuchara, cocido, lentejas, patatas guisadas, arroces. Debo ser muy clásico, al menos en la cocina. Los postres, se me resisten todavía.
¿Quién consideras que ha contribuido más a la hora de enseñarte a cocinar?
Mi madre y mi abuela. Recuerdo fogones y un niño observador, merodeando siempre.
¿Qué receta maternal te produce más apetito solo con imaginártela?
Los calamares en su tinta… Me viene a la cabeza ese mágico recuerdo de hacer una paella con lo que hubiese en casa.
¿Qué receta de tu propia gastronomía local o de proximidad te seduce por completo?
El cocido madrileño con una larga y mínimamente luminosa tarde de lluvia por delante.
¿Qué ingrediente no puede faltar en tu cocina?
Aceite de oliva virgen y tomates.
¿Consultas libros de cocina, recetarios en internet o eres espectador de algún programa de cocina en televisión?
Me gusta cotillear los trucos de otros pero luego hago poco caso. Soy muy de improvisar con lo que hay, como en la vida.
Si pudieras escoger un espacio al azar en el que cocinar ¿dónde te gustaría hacerlo?
En una azotea con vistas, en cualquier rincón del mundo.
¿En qué lugar concreto de tu hogar acostumbras a comer o cenar?
En la cocina. Es grande y se asoma expectante a la sierra madrileña.
¿Desayunar es lo primero que haces al levantarte? ¿Cuanto tiempo dedicas a prepararlo?
Es comida fundamental en mi día a día. Me tomo tiempo y mimo, aunque despierte solo.
¿Qué no puede faltar nunca en tu desayuno?
Aceite, pan, tomates y fruta.
¿Puestos a elegir, con quién te gustaría disfrutar hoy mismo de una cena?
Con Gerard Butler (http://www.gerardbutler.net/). ¿Podéis hacer algo?
¿Qué te gustaría probar y aún no has tenido oportunidad?
Una comida china, pero auténtica, en su lugar de origen.
¿Hay algo que crees que nunca sentirás curiosidad por probar?
Los sesos. El mundo cerebro animal me da un repelús enorme.
De todo lo relacionado con el hecho en sí de comer lo que menos te gusta es…
Que los comensales lleguen antes de tiempo y te pillen en calzoncillos, con todo a medias.
Por contra, lo que más te gusta es…
Improvisar una cena informal con pocas cosas pero mucho cariño. Un buen pan, quesos, un buen jamón y vino con besos.
¿Dónde acostumbras a comprar tus ingredientes?
Me gusta ir al mercado, me espanta el momento carrito y supermercado masivo.
¿Cuando comes solo, de que actividad te gusta acompañarte a la vez?
Si estoy solo cocino y como viendo la tele.
¿Qué has comido hoy?
Huevos rellenos de foie gras. Con buena bechamel y una cerveza helada.
¿Hacia qué país o cultura viajarías para disfrutar de su comida? ¿Hay alguna cocina del mundo que te haya marcado especialmente?
Me gusta el mundo japo, el sushi artesano, pero me sigo quedando con la cultura mediterránea. Una paella en la costa me sigue pareciendo un lujo.
¿Recurres habitualmente a servicios de comida a domicilio? ¿Por qué tipo de cocina sueles decantarte al hacerlo?
Poco. Pero un día de resaca una hamburguesa con patatas es una tabla de salvamento.
¿Consultas las opiniones de un restaurante en portales de internet a la hora de decidirte a visitarlo? ¿Publicas tus propias críticas?
No suelo.
¿Qué te parece Comida’s Magazine?
Me parece fresca y divertida, como las huertas caseras.
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