Juro que lo que van a leer en los próximos párrafos se ajusta a la verdad, que no está sacado de ningún libro de ciencia ficción ni de las memorias de algún personaje visionario.
Hay una empresa que se llama Natural Machines, que fue formada en 2012 por cuatro emprendedores y que, aunque tenga su nombre en inglés, tiene sede en Barcelona, y se ha propuesto, ni más ni menos, hacer posible la opción de que los consumidores impriman alimentos tales como tortas, dulces o pasta.
Sí, ya sé que la cosa no es fácil de entender. Sigo contando. Esta empresa ha desarrollado un dispositivo de impresión 3D denominado Foodini, que permite crear alimentos preparados con chocolate, diferentes dulces de confitería o incluso se atreve a hacer pasta fresca, pizzas o sandwichs de queso.
Dos son las ventajas de esta impresora: la primera es que permitirá a sus usuarios combinar varios tipos de ingredientes para crear un producto concreto, algo que hasta ahora no había sido posible, además de la posibilidad de programarla para que a una hora determinada comience su labor de impresión y se puedan ajustar a los horarios de nuestras comidas. Además, la impresora permite calibrar el nivel de calorías dentro de una receta.
El funcionamiento de Foodini será muy similar a una tablet convencional. A través de una aplicación, el usuario podrá configurar y compartir sus propias recetas, además de comprar los diseños estándar en una tienda online. No me imagino aún comprando el menú del día en el Apple Store.
El método de funcionamiento se realiza a través de cápsulas que llevarán los diferentes ingredientes de nuestro plato (de momento, seis el es el número máximo que utiliza Foodini) quien además cuenta también con un calefactor que permite mantener la comida caliente durante todo el proceso de impresión 3D del alimento.
La comercialización de este producto pasa en un futuro no muy lejano por la venta en grandes superficies y tiendas especializadas de las cápsulas con los ingredientes necesarios para hacer los platos. El precio de salida de Foodini está fijado en alrededor de los mil euros, está previsto que salga a la venta en la primavera de 2014, e irá destinado al uso en hogares, aunque no se descarta su utilización en restaurantes. Sin duda, el futuro llega muy rápido.
Fotos: Natural Machines
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