Manuel Dios: “No me importa pasar 3 horas en la cocina. Soy un cocinillas”
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Por Sandra Sanz
Siempre llega desayunado al set de rodaje. No perdona su té blanco de las cinco y se ha lanzado a cultivar en su propio huerto urbano. El actor Manuel Dios, conocido por su papel de Luis en la serie Cuéntame, desvela su faceta culinaria y sus lugares favoritos de tapeo.
Aparece puntual en la puerta de Ocho Cafés y Medio de Madrid. Intenta pasar desapercibido ante las miradas cómplices de los transeúntes que le reconocen. Entre libros de cine y un refresco en la mesa, descubrimos otra faceta más de este politólogo de carrera, actor vocacional y cocinero en formación tras un master gastronómico.
¿Eres de los que comen palomitas en el cine?
No, no… además me molesta, la verdad. Prefiero estar concentrado en la película. En casa me cuesta verlas. El cine es mi espacio para disfrutarlo.
En los rodajes, ¿cómo lleváis el tema de la comida tras muchas horas de rodaje?
Depende del catering (risas) Depende también de las secuencias. Cuido mucho lo que como antes de rodar. No es lo mismo hacer una secuencia dramática o de mucha acción física después de haber comido un cocido…Controlo mucho lo que como porque si no, la secuencia no funciona igual.
¿Y cuándo hay escenas en las que tenéis que comer?
A veces es complicado comer y decir el texto correctamente (risas) Alguna vez puede romper con la dinámica de la escena y el actor tiene que estar aguantando sin comerse las patatas hasta decir su frase bien (risas). La hora de rodaje también es un factor a tener en cuenta. Una comida familiar a la 9 de la mañana es raro pero el equipo siempre trata de poner alimentos frescos que nos sienten bien.
¿Nunca te has atragantado en medio de una frase…?
Seguramente que en alguna me ha pasado… (risas)
Eres politólogo y actor ¿por qué ese salto a la gastronomía?
Siempre me ha llamado la atención. He sido curioso con la comida desde pequeño. De hecho después de terminar el bachillerato, mi duda era si hacer políticas o un módulo de cocina. Tras la carrera y ahora que mi trabajo me lo permite, he terminado un master de gastronomía.
¿Y qué te ha aportado?
Hay una parte de nutrición muy interesante aunque mi favorita es la práctica. Venían chefs que nos explicaban sus recetas y luego las hacíamos nosotros. Ahora valoro la comida de otra forma. No le damos la importancia que requiere a un acto tan cotidiano como es comer 3 o 4 veces diarias. Y más aún en España, donde la comida es un hecho social.
Tanto es así que tienes tu propio huerto urbano…
Sí, ha sido ensayo-error. Empecé a cultivarlo hace 4 años pero sin mucho conocimiento. No hice ni surcos ni nada… y claro, las matas salieron como salieron… (risas) Un año después empecé a hacer las cosas bien, con las guías para los tomates y los resultados se notan. Tengo tomates, lechuga y pimientos. Los tengo en mi jardín en un terrenito y al lado un baúl de compos como abono natural. Ahorramos un dinerillo aunque ahora no damos a basto con la producción de tomates, unos 6 al día.
Desde pequeño has sido curioso con la comida ¿te ha influido la figura de tu madre?
Sí, la verdad es que sí. A mi hermano no, pero yo desde pequeño me fijaba mucho. Sobre todo en cómo condimentaba los platos. Mi madre es de Almería, o sea, cocina mediterránea, muy saludable. Ella sabe jugar con los sabores y yo siempre estaba detrás, observando cómo lo preparaba.
Y tu padre ¿qué tal cocina?
Mi padre es más de fritos. Y la tortilla de patata le sale fantástica. Tiene el punto muy bien cogido. Al ser gallego, cuando subimos al norte, disfrutamos del marisco, nécoras y percebes…siempre que se pueda claro. Solemos ir la Taberna La Vikinga a disfrutar de sus navajas…¡únicas! y en Santiago, tengo predilección por la creperia de la Plaza del Obradoiro. ¡Menudas vistas!
¿Cómo definirías tu forma de cocinar?
Me gusta la cocina elaborada, preparada, innovar. Ponerle el plato a alguien delante y que le guste. Esa sensación de disfrute… y compartirlo con mis amigos. Me encanta invitarles y cocinar para ellos. No me importa pasar 3 horas en la cocina preparando una cena. Soy un cocinillas.
¿Y cuál es tu plato estrella?
Mi primer contacto con la cocina de manera profesional fue con José Andrés Puerta en su programa. Yo rodaba la serie en el mismo set que él y me invitó. Un maestro como él, me preparó pasta al pesto y unos berberechos con mandarina. Exquisito. Esa experiencia se me quedó grabada y copié la receta. También tengo maña con la perdiz en escabeche.
¿Algún plato que se te resista?
Los postres. Lo reconozco. Y el alioli, porque requiere técnica.
¿Te ha ocurrido alguna catástrofe en la cocina?
Sí, cuando estaba de Erasmus en Lisboa metí en agua una bolsa de garbanzos secos…pero solo una hora antes de cocinarlos y después los freí como los hacía mi madre, con ajo…pero claro, los garbanzos necesitan al menos 24 horas en remojo. El caso es que me lo comí y a la mañana siguiente tenia una indigestión horrible.
Padre gallego, madre almeriense y tú vives en Madrid ¿cuáles son tus sitios favoritos del la capital?
Últimamente han surgido muchos gastro-bares que tienen buena relación calidad precio. El año pasado descubrí Noviembre (c/La Palma, 63). Tiene un menú del día estupendo. Otro de mis sitios es la Tasca de Figueroa (c/Augusto Figueroa, 47) que trabaja con muchos productos de temporada y con setas que me encantan. Y mi último descubrimiento ha sido Lua (c/ Eduardo Dato, 5) Tiene un concepto de cocina “tramposa” con platos muy vanguardistas que sorprenden.
¿La comida madrileña te gusta?
El cocido sí aunque los callos no tanto… y por supuesto, los churros. ¡Quién no ha ido a San Ginés algún vez!
Y para beber, ¿qué sueles tomar?
Soy de caña y vino blanco, un Albariño, por ejemplo. No soy de bebidas de alta graduación pero alguna vez me pido un mojito o una piña colada.
¿Y los dulces?
Soy más de salados… aunque me gusta el chocolate con leche. Mi madre dice que a la gente que no le gusta el chocolate, come chocolate con leche (risas) Cuando viví en Lisboa descubrí los pastelitos de Belén, una delicia. Además nunca lo vas a probar mejor que allí…ese hojaldre recién hecho… no hay comparación.
¿Cómo se te impresiona en la mesa?
Para empezar un poco de marisco, o un gazpacho bien pasado. De primero, un asado bien marcado con patatas fritas y de postre una panacota con salsa de frambuesa.
¿Ves algún programa de cocina?
Sí, me gusta Master Chef y la edición junior también. Este tipo de programas han dado mayor visibilidad a la gastronomía en nuestro país. Ha habido un boom que ha sabido calar en la audiencia.
¿Alguna escena del cine que tenga que ver con la comida?
El componente culinario en la serie Los Soprano tiene un peso importante. En Cuéntame también, en el personaje de Imanol Arias que es un apasionado del vino y las bodegas. Eso me encanta del cine, poder unir estas dos pasiones.
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