Más que un café: luchar contra los ataques de ácido en India

A los bares se va a comer y a beber. Eso es un hecho. Pero, ¿qué pasa si de repente quien haya abierto el establecimiento es más notorio que el lugar en sí? En Sheroes HangOut importa más quién está detrás de la barra o dentro de la cocina que la comida y bebida que se sirve. Y no porque lo que ofrecen esté malo o no sea apetecible, sino porque las mujeres que te atienden tienen algo en común más allá de trabajar aquí: han sido víctimas de ataques con ácido.

Situado en Agra, la ciudad del Taj Mahal, detrás de la apertura de Sheroes HangOut está Stop Acid Atacks, una organización que lucha por la visibilidad de este problema, casi siempre silenciado en India, donde según datos del Fondo Internacional de Supervivientes al Ácido (ASTI) se producen tres ataques con ácido al día, aunque la gran mayoría de ellos nunca se denuncian.

Que las víctimas salgan de este oscurantismo es el principal objetivo de este café. “No es sólo un negocio, es para que ellas desarrollen sus habilidades y para darles un sentido de comunidad, algo que perdieron tras los horribles ataques”, nos cuenta Parth, miembro de la organización, durante el caluroso día que visitamos el establecimiento.

Ataques con ácido en India

Rupa, que tardó tres años en mirarse al espejo después de que su madrastra la rociara con ácido porque no quería que se casase y abandonase el hogar familiar, ahora camina entre las mesas del bar con la cabeza bien alta, y muestra con orgullo sus diseños de ropa que cuelgan en las paredes de la cafetería.

O Ritu, cuya sonrisa eclipsa cualquier cicatriz de su cara, por muy profunda que sea, fue víctima de un ataque en 2012 a manos de un vecino enzarzado en una disputa por tierras con su familia. Confiesa que tardó tiempo en atreverse a salir de casa una vez sus heridas se curaron, pero ahora ha borrado cualquier atisbo de timidez.

Hasta el nombre del bar es una declaración de intenciones: Sheroes no es más que la feminización en inglés de la palabra héroe, ya que ellas, además de víctimas y supervivientes (aunque prefieren llamarse a sí mismas luchadoras) son sobre todo heroínas.

Ataques de acido en India

Y los clientes se muestran encantados. Neelu y Shilpa han venido con sus hijas. No es la primera vez que estas dos mujeres, que viven en Agra, paran por aquí. “Cafés como éste dan visibilidad a un problema tan serio como son los ataques con ácido, pero además el lugar es precioso, está muy bien decorado y la comida está buenísima”.

Y aquí es donde, como buenos foodies que somos en Comida´s Magazine, nos gusta llegar. El menú que se puede disfrutar aquí es variado. Hay sobre todo comida india (obvio ¿no? Ya que es en India donde estamos): desde aperitivos como pakoras de cebolla o vegetales, hasta platos para comer como paneer o arroces biryani o pulao. Panes naan o roti, verduras fritas o en salsa. Sí, como ves, todo vegetariano, no encontrarás nada de pollo en el menú.

Si no quieres venir a comer o a cenar, también puedes disfrutar de zumos y café o té para media tarde o media mañana. Alcohol, alegría para unos, pena para otros, no hay.

Ataques de ácido en India

Pero en realidad, los clientes que se han acercado esta tarde hasta Sheroes HangOut no vienen por el menú. Anjukapur es un joven abogado que se enteró de la apertura de este bar por internet y hoy, que ha pasado por Agra por motivo de trabajo, no ha querido perder la oportunidad de ver el lugar y conocer a las mujeres que aquí trabajan.

“En la mayoría de restaurantes u hoteles nunca contratarían a personas que han sido atacadas con ácido. Por eso es importante que exista este lugar. Para ellas porque aumenta su autoconfianza, y para la sociedad en general por la necesidad de generar concienciación de este problema, porque hay ataques con ácido en todo el país”, cuenta mientras disfruta de un té, esperando para hablar con Ritu, a quien le quiere regalar un libro.

Ataques de ácido en India

Y al caer el sol, el ambiente se anima, sobre todo los días de conciertos. Una guitarra, unos altavoces y un micro bastan para atraer la atención de los que pasan por la polvorienta calle en la que está instalada la terraza. Además, todo el que quiera se puede lanzar a cantar, y pronto se crea un karaoke improvisado: quien se sienta inspirado puede pedir la canción que quiera y cantarla incluso sin levantarse de su mesa.

Así que ya sabes, si pasas por Agra, después de embelesarte con la belleza del Taj Mahal, date una vuelta por Sheroes HangOut. Lo reconocerás fácilmente por el gran mural que hay en su puerta (“vino un grupo de grafiteros desde Delhi para decorar con figuras femeninas todo el local”, cuenta Parth) y al entrar y estar ahí, aunque sea sólo durante cinco minutos, te darás cuenta de lo realmente importante que es la existencia de este lugar.


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