Siempre he pensado en el absurdo final que tienen los alimentos que alcanzan la fecha de caducidad en los supermercados, o que no resultan estéticos. Por culpa de esas políticas internas incomprensibles de esas empresas, ni los empleados pueden llevarse la comida a casa, ni a los ciudadanos se les permite acercarse hasta el súper para ver si pueden rescatar algo de esos “deshechos”. Al final, kilos y kilos de alimentos acaban en la basura mientras las colas de los comedores sociales dan la vuelta a la esquina.
Por suerte, en el norte de Europa siempre están dispuestos a darnos grandes lecciones. Éste es el caso de Rub & Stub, un restaurante que abrió este pasado verano en la moderna, cosmopolita y cívica Copenhague. Conscientes del malgasto que suponía deshacerse de esos alimentos que se encuentran en la última fase de su vida útil, los fundadores de este restaurante danés decidieron negociar con algunas cadenas de supermercados con el objetivo de aguardar un final feliz para todos esos desperdicios. Un 30% de los alimentos utilizados en los platos de Rub & Stub provienen de estos supermercados; y no sólo reciclan, sino que las ganancias obtenidas en el restaurante se destinan a la Asociación RETRO, que cuenta con varios proyectos solidarios en África.
El funcionamiento de Rub & Stub es sencillo. Excepto dos trabajadores, el resto del equipo está compuesto por voluntarios que se encargan de las labores de camarero, cocinero, comunicación o gestión del contacto con las cadenas de supermercados. El menú –de entre tres y quince euros, y siempre con algún plato vegetariano–, es diferente cada día dada la naturaleza variable de la materia prima con la que cuentan, y puedes consultarlo en su perfil de Facebook (Spisehuset Rub & Stub). Sólo queda que la cultura mediterránea entre en razón… porque ¡reciclar mola!
Más información en: spisrubogstub.dk/
Fotos: spisrubogstub.dk
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