Lentejas, si quieres las comes y si no las dejas

Lentejas: si quieres las comes y si no, las dejas. Esta frase la hemos escuchado en numerosas ocasiones, tal vez todos la hemos pronunciado también. Quizás por su relación con nuestra infancia, o porque es el plato que a casi ningún niño le apetece comer.

En cambio, una vez crecemos, ¿no añoramos las lentejas que nos hacían nuestra madre o nuestra abuela? Para hacer unas buenas lentejas, sin embargo, #notienesquesertumadre ni tampoco tu abuela: sé tú mismo, porque serán suficientes unos ingredientes sencillos, pero de calidad, y un poquito de interés. Hay auténticos artistas cocinando lentejas originales y con esta receta nuestra idea es hacer un plato fácil y otoñal, que nos reconforte ahora que empieza hacer un poco de fresco y necesitamos algo más de abrigo, un abrazo interior.

¿Qué tienen las lentejas?

Estas legumbres son pequeñas y de varios colores; aunque tradicionalmente las más cocinadas en nuestro país son las marrones y, más aún, las llamadas pardinas. Hay muchas variedades de lentejas; sólo cito algunas: la pardina; la du Puy, francesa; la verdina, llamada así por su color, que se cocina sobre todo en Sudamérica; las Urad Dal, blancas y típicas de la India; la Crimson, rojiza y originaria de Turquía…

Las lentejas son uno de los ingredientes más utilizados en la cocina vegana, pues son sumamente ricas en proteínas. No es su única propiedad: tienen muchísima fibra, vitaminas del grupo B, hidratos de carbono y, lo más importante, combinadas con otros cereales—como arroz, quinoa, trigo o avena—son aún más poderosas nutricionalmente. Aportan mucho hierro y son consideradas el plato de la eterna juventud por sus propiedades regenerativas. Sabemos, además, que es el plato base en la India, sobre todo, de muchos practicantes de yoga. ¿Hace falta decir más?

Una receta de lentejas irresistible

Pero eso no es todo, aún se pueden aumentar esos beneficios de las lentejas, algo que hemos tratado de hacer con esta receta e incluso hemos llevado al límite, añadiéndole comino durante la cocción y cebolla caramelizada (que hemos hecho aparte en el horno). Por otra parte, no es nada que inventemos pues, una variación de este plato es conocido en Oriente Medio con el nombre de “mujadarah”.

Esta receta es maravillosa, sobre todo porque alucinaréis al descubrir cómo se puede conseguir un resultado tan extraordinario con estos pocos ingredientes.

Receta de lentejas con arroz, cebolla caramelizada y pan crujiente

Ingredientes para las lentejas:

3 cebollas grandes peladas y cortadas en aros

180 ml de aceite de oliva

225 ml (una taza) de arroz, mejor integral

225 ml de lentejas (una taza) pardinas (aunque se pueden utilizar las rojas, verdinas o negras)

1 rama de canela

½ cucharadita de pimienta de Jamaica

1 cucharadita y ½ de comino en polvo

Pan crujiente

Elaboración de las lentejas:

Precalentamos el horno a 205º C.

En una fuente de horno colocamos la cebolla cortada en aros, procurando que queden bien separados y extendidos por toda la superficie. Dejamos que se asen en el horno durante 25 o 30 minutos. Se trata de que queden dorados, incluso un poco chamuscados. Una vez hechos, los reservamos.

Llenamos una olla con un litro de agua y la llevamos a ebullición. Agregamos el arroz, la canela en rama, el comino molido y la pimienta de Jamaica. Esperamos que vuelva a hervir el contenido, reducimos el fuego y dejamos que cueza durante unos 15 minutos.

Destapamos el recipiente e incorporamos las lentejas. Revolvemos un par de veces. Volvemos a tapar la olla y dejamos que vuelva al punto de ebullición; después reducimos el fuego al mínimo y esperamos unos 45 minutos hasta que absorban todo el líquido. Retiramos y dejamos reposar tapado unos 10 minutos.

Una vez pasado ese tiempo, ahuecamos con un tenedor, quitamos la rama de canela incorporamos la cebolla caramelizada. Revolvemos bien y servimos con un poco de pan crujiente.