Un tesoro escondido

En La Palma del Condado (Huelva) crean un brandy que nada tiene que envidiar al de Jerez o a los coñacs franceses. Su nombre, Luis Felipe.

El hijo del señor que da nombre a este brandy sorprendente fue un pieza. Antonio María de Orleans, duque de Montpensier (1824–1890), vino al mundo como vástago menor de Luis Felipe I, rey de Francia. Luchó en las guerras coloniales de Argelia; viajó por Oriente Próximo; aspiró al trono de Ecuador; se convirtió en cuñado de Isabel II, “la Chata”; contribuyó a financiar la revolución que destronó a esta en 1868; mató a Enrique de Borbón, su primo, en un duelo a pistola en las cercanías de Madrid; frustrado por su fallido intento de hacerse con la corona española, participó en la conjura que asesinó al general Prim; y tuvo tiempo de hacerle diez hijos a su señora esposa borbona, que respondía al castizo nombre de Luisa Fernanda.

Además, bebía. Y bien.
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SORPRESA EN LA BODEGA
1893, una bodega de La Palma del Condado, Huelva. En un ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidadas, silenciosas y cubiertas de polvo, veíanse las barricas de viejo roble. Cuenta la historia que el avezado enólogo que les echó mano tuvo visiones cuando las abrió y cató el brandy que contenían, denso, envejecido y complejo, muy distinto a los que conocía, provenientes de Francia y la cercana Jerez.

Aquellas barricas lucían un nombre (Luis Felipe) que atestiguaba su pertenencia al hijo de Luis Felipe I, nuestro ambicioso Duque de Montpensier, quien tras vivir en Sevilla acabaría instalándose en su finca de Sanlúcar de Barrameda, donde fue a morir de una apoplejía. La parca privó al duque de su bebida pero, siempre justa y equidistante, la dejó al cuidado de los plebeyos que mantuvieron su esencia. Desde 1965, las Bodegas Rubio se encargan de perpetuar el secreto de este brandy que ha ido conquistando lento pero seguro el favor de los conocedores, dentro y fuera de España (conquistó una medalla de plata en el Concurso Internacional “Selección Mundial de Espirituosos 2012”, celebrado en Canadá).
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El brandy Luis Felipe envejece por el tradicional sistema de soleras y criaderas en botas de roble americano envinadas con vinos olorosos y Pedro Ximénez de mucha edad. Este sistema tiene que ver con los distintos niveles de envejecimiento de los vinos destilados, que se van mezclando. Así, cada sistema de soleras se compone de varias criaderas o escalas formadas por botas. La escala con el líquido más maduro se sitúa sobre el suelo, y por eso recibe el nombre de “solera”. Sobre ella se colocan las distintas escalas con menor vejez (“criaderas”), enumeradas según su orden de antigüedad respecto a aquel. El producto embotellado sale siempre de las soleras, tras beneficiarse de la frescura de los alcoholes jóvenes que se le añaden desde arriba, que a su vez ganan con las características del alcohol más viejo.
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Así es como nacen los distintos brandies de Bodegas Rubio, como el Gran Reserva 100 años Luis Felipe, con alrededor de un siglo de antigüedad y extraído de las botas más añejas; el Gran Reserva Rey Luis Felipe, con una vejez media de 75 años; o el Gran Reserva Luis Felipe, con 60 años a sus espaldas.

BODEGAS RUBIO
Calle de los Palos de la Frontera, 14 / La Palma del Condado, Huelva.
Teléfono: 959 40 07 43
www.brandyluisfelipe.com


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A hidden treasure

In La Palma del Condado (Huelva) they make a brandy that is every bit as good Sherry or French cognacs. Its name, Luis Felipe.

The son of the man who gives his name to this surprising brandy was quite a character.  Antonio María de Orleans, Duke of Montpensier (1824–1890), came into this world as the youngest offspring of Luis Felipe I (Louis-Philippe I), King of France. He fought in the colonial wars of Algeria; he traveled through the Near East; he aspired to the throne of Ecuador; he became brother-in-law to Isabel II, “la Chata”; he helped finance the revolution that dethroned her in 1868; he killed Enrique de Borbón, his cousin, in a pistol dual just outside of Madrid; frustrated by his failed attempt at taking over the Spanish crown, he took part in the plot that assassinated General Prim; and through all this, he had time to father ten children with his Borbón bride, who answered to the pure-blood name of Luisa Fernanda.

Furthermore, he drank. A lot.
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SURPRISE IN THE BODEGA
1893, a bodega in La Palma del Condado, Huelva. In a dark corner, perhaps forgotten by their owner, silent, covered in dust, are the old oak barrels. The story goes that the aged oenologist that lent a hand had visions when he opened and tasted the brandy the held,  dense, aged and complex, very different from those he knew from France and around Jerez.

Those barrels flaunted a name (Luis Felipe) and testified to belonging to the son of Luis Felipe I, our ambitious Duke of Montpensier, who, after living in Seville, ended up moving into his estate in Sanlúcar de Barrameda where he died of a stroke. Death denied the duke his drink, but, always fair, he left it in the care of the commoners who maintained its true essence. Since 1965, the Bodegas Rubio has been in charge of carrying on the secret of this brandy that has slowly but surely won over those in the know, both in and outside Spain (it won the Silver Medal in the 2012 International Spirits Competition, in Quebec, Canada).
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Luis Felipe brandy is aged using the traditional system of solares and criaderas in American oak casks or butts, which previously held olorosos and Pedro Ximénez. This system uses the distillates’ different levels of aging, which are blended. So, each system of solares is made up of various criaderas formed by the casks. The cask with the most mature liquid sits just off the floor and so is called “solera” (from suelo, floor). On top of it the different, younger casks (or criaderas) are stacked and numbered according to their age. The bottled product always comes from the soleras, after benefitting from the freshness of the young alcohols that were blended in from above, which at the same time take on the qualities of the older alcohol.
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This is how the different brandies of Bodegas Rubio are born, like the Gran Reserva 100 years Luis Felipe, which is about a hundred years old and taken from the oldest casks; the Gran Reserva Rey Luis Felipe, aged an average of 75 years; or the Gran Reserva Luis Felipe, aged for 60 years.

BODEGAS RUBIO
Calle de los Palos de la Frontera, 14 / La Palma del Condado, Huelva.
Teléfono: 959 40 07 43
www.brandyluisfelipe.com

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