Kitchen 154, un viaje al picante y al auténtico sabor

Si te mueres de ganas de viajar a Tailandia para probar su famosa cocina o quieres rememorar los sabores, cual Proust, de esa temporada que pasaste en la India o en el D.F., estás de enhorabuena. No te hará falta billete de avión, toma dirección al centro de Madrid -Mercado de Vallehermoso- y en uno de sus rincones verás un cartel rojo picante, en el que se lee Kitchen 154. Has llegado a tu destino.

Allí te encontrarás con Alex, Txitxo y Cristian, orgullosos y apasionados propietarios de este local de street food. Ellos te guiarán por el fascinante mundo de los sabores auténticos, sobre todo asiáticos. Saborear sus tacos de cochinita pibil, wraps, bowls, curries, pechuga tikka masala o dumplings acompañados de una gran variedad de aderezos, guarniciones y salsas, es todo un viaje para el paladar. Su comida, dicen, es sobre todo para gente que ha viajado y que ha tenido experiencias con otras cocinas. “No es apta para todos los públicos”.

Los chicos de Kitchen 154 son nuevos en el Mercado de Vallehermoso, hace apenas unos meses que abrieron el local, pero llevan mas de un año pateándose los mercados gastronómicos, ofreciendo sus potentes platos a quien quiera probarlos. Han conseguido un público fiel, que se incrementa cada día. Su secreto: cocinar las proteínas a 154 grados Fahrenheit durante 14 horas (de ahí el nombre), cuidando con mimo las texturas y sabores… y el picante, mucho picante.

Comida callejera con rock and roll

“Somos Street food. Intentamos hacer comida callejera, con rock and roll. Nos gusta la comida ácida y los sabores punzantes. Puedes meter 10 guindillas en un plato, llenarlo de cilantro y lima y que esté delicioso. La cocina asiática y latinoamericana es muy fuerte y contrastada. Ese sabor es a lo que llamamos rock and roll. No adaptamos las recetas al público español. No tenemos miedo a los sabores y no intentamos esconder lo que hacemos”. Y eso sería complicado puesto que su local está totalmente abierto al público, algo que les encanta y que forma parte del show que es verles cocinar y atender la barra que rodea la cocina.

Aseguran que perder el miedo a la guindilla fue el principio del proyecto Kitchen 154. No creen que la guindilla mate el sabor de un plato, sino que lo realza. Y así, hacen una ensalada picante con falda a baja temperatura, 24 horas al vacío, a la que añaden mucha. “Si no te gusta la guindilla, pídete otro plato”. Tienen muy claro que si un plato tiene que picar, no lo van a suavizar. Un curry tailandés, tiene que ser picante. Alex comenta que le da mucha rabia ir a restaurantes españoles asiáticos y que la comida no sepa como sabe la comida allí. “Es importante que el plato mantenga la esencia. Es como si a un plato español le quitas el aceite de oliva o el pimentón”.

Le dan mucha importancia a las guarniciones que acompañan al plato, dándole sabor y color. Preparan sus propios encurtidos de cebolla, kimchi, pepino, zanahorias, que junto con aceite de guindillas o vinagreta te ofrece un abanico de posibilidades para que cada bocado del plato te sepa diferente y decidas con que te gusta más.

Si te atreves con el picante no dejes de probar esa ensalada de falda o las costillas coreanas a baja temperatura. Ganan posiciones como clásicos en su carta, los tacos de cochinita pibil o el dim sum y por supuesto los curries tailandeses y de la India. Espectacular el Channa Masala (curry de garbanzos con arroz) si eres vegano. Pero tampoco te puedes perder los gambones a la pimienta negra y muchos otros platos que van creando en función del producto que tienen. Y es que estos chicos no paran de pensar en platos nuevos que van incluyendo o descartando de la carta en latón que rodea la cocina. “Es un plus y así la gente no se aburre”, comenta Txitxo.

El encanto de un mercado de abastos

Asentarse en un local era algo que tenían muy claro. Sus platos están basados en la cocina asiática, que está llena de colores, sabores, de detalles, de emplatados, y en un foodtruck o un puesto en una feria no podían entretenerse, “de repente hay cola y tienes q ir rápido”.

Mercados como Antón Martín o el de los Mostenses, eran los que mas les gustaban. Hasta que llegaron al Mercado de Vallehermoso y surgió el flechazo. “Aquí también están los puestos de abastos: pescaderos, carniceros, fruteros… Nos encanta que siga siendo un mercado tradicional madrileño. No queríamos algo como el Mercado de San Miguel”. Y es que se muestran indignados con la transformación de ese mercado del centro de Madrid, ya que para ellos “se puede llamar mercado, pero no lo es”.

Los más veteranos de Vallehermoso les recibieron con expectación. Era un mercado que estaba muy apagado, y en pocos meses ha recuperado la alegría y la efervescencia gracias a los nuevos puestos de iniciativas privadas que están abriendo sus locales. “Hay muy buen ambiente, muy alegre”. Pero el riesgo de que se vaya convirtiendo en un mercado moderno como San Miguel, está ahí. “Dependerá de que los más veteranos no se retiren” dice Alex.

Así que la próxima vez que te mueras de ganas por emprender un viaje y saborear la auténtica cocina de Asia o Latinoamérica, puedes acercarte Kitchen 154. Es posible que algunos de los platos que hemos mencionado ya no estén en la carta pero seguro que han sido sustituidos por otros igual de picantes, coloridos, sabrosos y con mucho, mucho rock and roll.