La rosa del azafrán
es una flor arrogante
que brota al salir el sol
muere al caer la tarde.
La rosa del azafrán
vestida está de morado
y tiene el tallo pajizo
y el corazón encarnado.
De la zarzuela “La rosa del azafrán”, de Amadeo Vives.
En la ciudad solemos pensar que en los pueblos todo el mundo trabaja en el campo. Pero la vida rural tiene poco de utopía de Rousseau y mucho de dureza, de luchar contra los elementos y las cartas marcadas de la historia. Durante el siglo XX el campo español, sujeto a un clima que se empeña en hacer sudar en verano la misma sangre que hace helar en invierno, vio como las heridas desangraban población hacia la ciudad.
En Villacañas, en Toledo, la fortuna ha sido siempre caprichosa. Durante varios centenares de años, las familias más humildes vivían en casas subterráneas excavadas en la tierra, llamadas “silos”. Más tarde, la prosperidad pasó por ponerle literalmente puertas al campo: Villacañas era el lugar donde se fabricaban el 90% de las puertas de madera que nunca llegaron a abrirse de la burbuja constructiva española.
Y de allí, a la nada. Un índice de paro del 50% auguraba una nueva sangría, no sé sabe muy bien hacia dónde. Campos yermos, casas cerradas, una vez más. Pero un grupo de vecinos comenzó a pensar cómo hacer para que el ciclo no comenzara de nuevo. Mirando hacia las raíces, hacia el suelo, literalmente, se dieron cuenta de que el azafrán era uno de los valores del campo manchego, y que en él podía estar la clave del renacimiento de Villacañas. Un cultivo que se hace manualmente, y que podría suponer empleo para bastante mano de obra. Nacía así Azafrán Solidario.
La plataforma de crowdfunding Lánzanos les brindó la posibilidad de trabajar con ellos para recaudar los 35.000 euros con los que piensan constituirse en cooperativa agrícola social. El ayuntamiento y algunos vecinos les cedieron las primeras hectáreas, y el trabajo de la cooperativa se ha iniciado. Sobre todo, en lo que respecta a la promoción y organización. Todo el pueblo ha aportado algo: trátese de la dirección de un anuncio para la campaña, de los premios para la misma, de tierras, de la gestión económica, de apoyo, de las propias manos… Varios cocineros de renombre, como Rodrigo de la Calle, están preparando vídeos para dar a conocer las posibilidades del producto, trascendiendo a sus uso más tradicionales.
En Villacañas los campos de azafrán se sembrarán en junio. En noviembre recogerán la primera cosecha. A pesar de que este año no será espectacular, el azafrán es una planta que crece exponencialmente. “Tiene propiedades casi místicas”, me comenta Manuel, portavoz de Azafrán Solidario, “no sólo se multiplica de un año a otro, sino que cada noche, tras la recogida, vuelve a brotar hasta que acaba la temporada”. Luego se monda y se tuesta manualmente. Además, en Azafrán Solidario esperan poder implantar otros cultivos para dar aún más trabajo a los paisanos de Villacañas. Y con la cosecha, al fin, en el campo se abrirán las puertas.
Aquí puedes conocer el proyecto de primera mano.
Porqué Azafrán Solidario? from Azafran Solidario on Vimeo.
Al preparar este artículo se nos ha hecho la boca agua con:

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